Descubriendo nuestra identidad espiritual

El conocimiento védico es un compendio de conocimiento milenario que nos ayuda a conocer y entender el funcionamiento del ser humano. De Los Vedas se desprenden disciplinas como el Yoga y el Ayurveda, que se han probado como beneficiosas para las personas en todo el mundo. Los Vedas también ofrecen una base teórica y filosófica mediante la cual podemos entender los elementos que conforman al ser humano, desde lo físico a lo espiritual. En este artículo analizaremos dichos elementos.

1. El cuerpo burdo

Si queremos iniciar nuestro proceso de autoconocimiento, podemos empezamos por lo más concreto y visible, nuestro cuerpo. Vamos comprendiendo que este tiene límites, que se enferma y que en un momento va a dejar de funcionar.

Los componentes del cuerpo, según el conocimiento védico, son: «La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso» (Bhagavad Gita 7.4)

En este verso Krishna explica que el universo se compone de estos 8 elementos. Nuestro cuerpo también se compone por una mezcla particular de ellos.

Al observarnos en el espejo, generalmente nos identificamos con lo que vemos. Es difícil entender que «no somos el cuerpo». Esta “máquina” no solo está conformada por elementos materiales burdos, también hay una parte que es invisible a nuestros ojos.

2. El cuerpo sutil

La ciencia acepta que los humanos tenemos una mente que piensa, siente y desea a pesar de que no se puede ver a simple vista. Por lo tanto, existe una parte del mundo que no podemos percibir con nuestros sentidos, pero no por ello deja de existir. Los Vedas denominan a esta parte «el cuerpo sutil».

«La entidad viviente tiene dos cuerpos, el sutil y el denso. En realidad, disfruta mediante el cuerpo sutil, que está compuesto de mente, inteligencia y ego. El cuerpo denso, la cubierta externa, es un instrumento. Cuando ese cuerpo denso se pierde, es decir, cuando muere, su raíz, hecha de mente, inteligencia y ego, continúa existiendo, y es la causa de otro cuerpo denso. Los cuerpos densos aparentemente cambian, pero su verdadera raíz, que es el cuerpo sutil de mente, inteligencia y ego, siempre permanece. Las actividades del cuerpo sutil, ya sean piadosas o impías, crean otra situación para que la entidad viviente disfrute o sufra en su siguiente cuerpo denso. De esta forma, el cuerpo sutil continúa, mientras que los cuerpos densos cambian uno tras otro». (Śrīmad-bhāgavatam 4.29.60 – Significado por Srila Prabhupada)

Entonces, estamos dentro de esta máquina que es el cuerpo, y por otro lado hay un “cuerpo sutil”, el cual se conforma de los elementos más finos: mente, inteligencia y ego falso. Aquí podemos observar que una vez que el cuerpo físico o burdo deja de funcionar, el cuerpo sutil permanece, y es este quien determina nuestro próximo destino después de dejar el cuerpo denso.

Uno de los pioneros en la filosofía moderna, René Descartes, dijo: “Pienso, luego existo”. En la modernidad, el proceso de pensamiento racional ocupa un lugar destacado dentro de lo que se considera verdadero e identitario de cada persona. Es así como mi tendencia política o religiosa, mis gustos, mi carácter, son concepciones y designaciones formadas de nuestra identidad sutil.

Analizando y descomponiendo cada elemento de este cuerpo invisible, nos damos cuenta que cada elemento es más fino que el anterior. Primero la mente, luego la inteligencia y, finalmente, el ego falso.

Si los Vedas designan un ego falso, ¿significa que existe un ego verdadero?

Srila Prabhupada explica de el Bhagavad Gita (BG 13.8-12, significado): «Ego falso significa aceptar que este cuerpo es uno mismo. Cuando uno entiende que no es el cuerpo sino alma espiritual, llega a su verdadero ego. El ego está ahí. El ego falso se censura, pero no el ego verdadero. En la literatura védica (Bṛhad-āraṇyaka Upaniṣad 1.4.10) se dice: ahaṁ brahmāsmi: yo soy Brahman, yo soy espíritu. Este «yo soy», el sentido de ser, también existe en la etapa liberada de la autorrealización. Ese sentido de «yo soy» es ego, pero cuando se le aplica a este cuerpo falso, es ego falso. Cuando el sentido de ser se le aplica a la realidad, eso es ego verdadero. Hay algunos filósofos que dicen que debemos abandonar nuestro ego, pero eso no es posible hacerlo, porque ego significa identidad. Claro que, lo que sí tenemos que abandonar es la falsa identificación con el cuerpo».

Como lo explica Srila Prabhupada, ego significa identidad. Ego falso es creer que el cuerpo es nuestro verdadero ser. Se denomina falso debido a que el cuerpo es temporal; sin embargo, hay una realidad imperecedera de la cual somos parte y que pertenece a la naturaleza espiritual. De esa forma, el alma espiritual individual constituye nuestro verdadero ego.

«Has de saber que aquello que se difunde por todo el cuerpo es indestructible. Nadie puede destruir a esa alma imperecedera». (Bhagavad Gita 2.17)

3. La naturaleza del alma

Los Vedas explican que «el alma espiritual es sat-cid-ānanda: eterna, plena de bienaventuranza y plena de conocimiento. Sin embargo, bajo las garras de māyā, experimenta continuamente los sufrimientos del nacimiento, la muerte, las enfermedades y la vejez. La persona debe ser seria para curar ese condicionamiento de la existencia material y pasar al estado de conciencia de Kṛṣṇa, pues de esa manera su largo sufrimiento puede mitigarse sin dificultad». (Śrīmad-bhāgavatam 3.26.7 – Significado por Srila Prabhupada)

Las 3 cualidades intrínsecas del alma son:

sat: Eternidad, el alma nunca muere, no se la puede matar, vivirá por siempre.
cit: Es consciente, está llena de conocimiento. La diferencia entre un cuerpo vivo de uno muerto es la conciencia que hay en él.
ananda: Bienaventuranza. Por naturaleza somos felices, y por ello constantemente estamos buscando esa felicidad.

La búsqueda de felicidad en elementos temporales no puede satisfacer a nuestro verdadero ser, ya que este es de naturaleza eterna y espiritual. El proceso del Bhakti Yoga nos invita a un viaje de autoconocimiento para develar nuestro verdadera identidad, la identidad espiritual.

Para este propósito, uno de los procesos más importantes del Bhakti es el canto del Maha Mantra Hare Krishna:

Hare Krishna
Hare Krishna
Krishna Krishna
Hare Hare
Hare Rama
Hare Rama
Rama Rama
Hare Hare

Gradualmente, con el proceso de Bhakti Yoga, podremos despertar nuestra verdadera identidad y así experimentar la felicidad y la bienaventuranza intrínseca del alma.

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