El advenimiento de Sri Caitanya Mahaprabhu

Para la cultura Védica, la luna es muy importante. Todo nuestro calendario se basa en los movimientos de este astro. El sol nos entrega la luz y el calor en el día, pero la luna también nos entrega luz, la cual es refrescante y al mismo tiempo es vital para el crecimiento de los vegetales. Este 7 de marzo la luna se tornará dorada y en un día como este hace 537 años en Navadvipa, India, nació Sri Caitanya Mahaprabhu, el avatar dorado que nos abrió las puertas del mundo espiritual para experimentar el más elevado amor por Dios, de manera libre y gratuita.

Al igual que esta luna, la tez de Caitanya Mahaprabhu es dorada ya que es la manifestación mixta entre Krishna (Dios) y Radharani (Su energía interna).

Razones de Su advenimiento

Krishna es el Supremo creador y controlador del Universo, y está satisfecho en Sí mismo. Sin embargo, Krishna goza teniendo intercambios de amor y devoción con Sus devotos y con todas las jivas (almas).

Krishna se siente sorprendido del amor que Sus devotos manifiestan hacia Él, siendo la mayor manifestación de devoción el experimentado por Srimati Radharani. Radharani es una manifestación de la energía interna de Krishna, y que en el mundo espiritual experimentan eternamente relaciones de amor libres de contaminación y lujuria.

Con la finalidad de conocer el amor trascendental de Radharani hacia Él, Krishna adviene a este mundo bajo la forma del Señor Caitanya. Esta representa una razón íntima de su aparición.

«Que el Señor Supremo, a quien Se conoce como hijo de Śrīmatī Śacī-devī, Se sitúe trascendentalmente en lo más íntimo de tu corazón. Resplandeciente con el brillo del oro fundido, ha aparecido en la era de Kali, por Su misericordia sin causa, para otorgar lo que ninguna encarnación había ofrecido jamás: la melosidad más sublime y radiante, la melosidad del amor conyugal» – Caitanya Caritamrita Adi la 1.4.

Pero también hay una razón social y religiosa: Krishna adviene para enseñar el amor y devoción mediante el sencillo proceso del canto de los Santos Nombres, y restablecer así la religiosidad en la población.

«Cuando quiera y dondequiera que haya una declinación en la práctica religiosa, ¡oh, descendiente de Bharata!, y un aumento predominante de la irreligión, en ese entonces, Yo mismo desciendo» – Bhagavad Gita 4.7

Nosotros vivimos en la era de Kali Yuga, la más degradada y violenta de todas las épocas. Hay muchos procesos para alcanzar la perfección espiritual, pero Dios mismo descendió en esta era con el objetivo de enseñarnos el proceso más efectivo y fácil para alcanzar la trascendencia.

Sri Caitanya no tomó en cuenta las estrictas diferencias de castas, de género y de raza de aquella época, distribuyendo este simple y poderoso método de autorrealización espiritual a todos sin distinción.

La vida de Sri Caitanya

Caitanya Mahaprabhu fue cuidado por sus padres, Jagannatha Mista y Saci Devi, Cada vez que lloraba, lo único que lo calmaba era escuchar el canto del Santo Nombre.

A corta edad ya era muy erudito, creó su propia escuela, derrotó intelectualmente a grandes letrados. Ya luego cuando conoció a su maestro espiritual, tomó iniciación y su Guru le instruyó que debía cantar el santo nombre.

Siguiendo esa orden Mahaprabhu se dedicó a visitar diferentes lugares de la India mediante procesiones de música (kirtan) que incluían tambores, cimbalos, canto y danza, todos cantando en grupo:

Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare, Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare.

Él vivió 48 años en el planeta y su misión fue tomada por sus discípulos quienes escribieron libros y desarrollaron diversos servicios para mantener y transmitir el culto del bhakti yoga establecido por Él.

Lamentablemente con el paso del tiempo sus enseñanzas se fueron desvirtuando y eran pocos quienes seguían el proceso tal como es. Por la misericordia de un gran santo vaisnava, Bhaktivinodha Thakura, el verdadero entendimiento sobre las enseñanzas de Caitanya Mahaprabhu salieron a flote en el Siglo XlX, y en conjunto con el maravilloso servicio de Srila Prabhupada, el fundador de nuestra institución, ISKCON, ahora podemos tener acceso a este conocimiento en todo el mundo.

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