En la práctica podemos ver que un gran éxito en cualquier empresa o campo no se logra sin pasar por muchos reveses e incluso fracasos. En la literatura sobre crecimiento personal o éxito, esa perseverancia y determinación frente a obstáculos que parecen insuperables son parte de la historia de cualquier gran persona.
En el cristianismo tenemos a Judas que traicionó a Cristo, pero en realidad fue un facilitador de su misión de sacrificar su vida en beneficio de otros. Haridas Thakur fue azotado en 21 mercados, o siendo tentado por una prostituta enviada por una persona envidiosa, y eso solo aumentó su gloria como el gran maestro del santo nombre.
Sin las atrocidades de Hiranyakashipu, las glorias de Prahlad no habrían sido reveladas y nunca hubiéramos oído hablar de él. La madrastra de Dhruva Maharaja, que le prohibió ser favorecido por su padre, le ayudó a darse cuenta de la fuerza de su determinación y del eventual favor del Señor. ¿Qué habría pasado si Krishnadas Kaviraja, el autor de Chaitanya Charitamrita, no hubiera abandonado la casa de su hermano? Sin las devastadoras lluvias enviadas por Indra, Krishna no habría tenido necesidad de levantar la colina Govardhan.
Imagine a Prabhupada recibiendo fácilmente su primera visa y otros documentos para viajar, o si en lugar de navegar en el Jaladuta simplemente se hubiera subido a un avión y hubiera obtenido un éxito instantáneo en Estados Unidos. Glorificamos a las grandes personas no por la comodidad de sus vidas sino por las grandes dificultades que superaron. Sin el dilema de Arjuna, o la noche oscura del alma, no habría Bhagavad Gita para iluminar nuestro camino desde la oscuridad. Si el emperador Pariksit no hubiera sido maldecido a morir, no tendríamos el Srimad Bhagavatam que nos guía por el camino del bhakti… y así sucesivamente, ya que los ejemplos son muchos en las escrituras, las biografías y la vida.
Teniendo esto en cuenta, podemos mirar nuestras propias vidas y ver los reveses y las dificultades como oportunidades para el crecimiento personal y la dependencia del Señor. En un nivel, son nuestro karma por el que debemos pasar, y podemos asumir la responsabilidad personal de los desafíos que debemos enfrentar. En el nivel espiritual podemos saber que nuestras dificultades y sufrimientos en realidad son minimizados por el Señor, y no simplemente como castigo sino también por misericordia para mostrarnos la forma desnuda de la naturaleza material con el potencial de ayudarnos a ser más fuertes en nuestra resolución devocional. ¿Cuál es nuestra alternativa?
Podemos sentirnos enojados o humillados en una condición de impotencia o comprender que con nuestra actitud podemos elegir cómo queremos etiquetar cualquier situación o cosa. ¿Es una calamidad lamentable o una gran oportunidad? ¿Es bueno o malo? Al orar para aplicar el tercer verso del Siksastakam de Sri Chaitanya, podemos practicar la tolerancia frente a la provocación, la humildad y la paciencia en nuestra búsqueda espiritual, y volvernos apreciadores del bien que encontramos en la vida y en los demás, dándonos cuenta de que buscar la gloria externa de los demás es superficial e impermanente. Nuestra actitud de devoción, amor y servicio es nuestra verdadera recompensa y la que nos lleva hacia arriba, a pesar de nuestros defectos.
Que somos practicantes imperfectos del bhakti es un hecho. ¡Sigue adelante! ¡Estamos donde estamos en el camino de la devoción pura, pero estamos en el camino! Dentro de nosotros no sólo hay oscuridad sino también mucha luz. La pregunta es, ¿en qué quieres enfocarte, centrarte y dejar que te defina? Eso determinará tu estado de ánimo y tu felicidad o depresión. No hablo de complacencia sino de un enfoque positivo que te ayude a vivir el día a día, deseando y orando el avance espiritual, y que también sea alentador para los demás.
Nadie quiere estar cerca de un amargado (dentro o fuera), por lo que todos tenemos que practicar ser la mejor persona que podamos y orar para aumentar nuestras buenas cualidades y devoción. La mayoría de nosotros hemos tenido pasados difíciles y muchos días malos, pero no nos dejemos derribar por eso, sino utilícelo como trampolín para elevarnos espiritualmente. Lea libros inspiradores; escuche charlas edificantes; busque asociaciones positivas y alentadoras. No te conformes con la miseria y la mediocridad.
¡Que todos oremos para cambiar nuestro ángulo de visión por uno que siempre apoye nuestro camino progresista y sea útil para los demás! Esto puede ser un desafío a veces y, sin embargo, es nuestro viaje hacia la plenitud y la positividad espiritual. ¿Cuál es la alternativa? Esta actitud de encontrar las gemas en la desgracia nunca ha sido más evidente en mi vida que al enfrentar todavía el cáncer, que considero el abrazo amoroso de Krishna. Ha impulsado mi escritura y mis conferencias en todo el país. Lo más importante es que me ha dado una nueva vida para cumplir mi misión de dar aquello con lo que he sido bendecido.
Todavía lucho por salir de mi zona de confort de complacencia, por lo que, en cierto sentido, la noche oscura de mi alma no se debe al viaje contra el cáncer en sí, sino a que olvido tan fácilmente mi entusiasmo inicial que fomentó tantos escritos y discursos inspirados. Puedo encontrarme sin esfuerzo gravitando hacia lo fácil y cómodo, lo que puede resultar bastante deprimente. Sin embargo, sigo quitándome el polvo y me levanto de nuevo con mi intento de atraer la gracia, con mis oraciones y esfuerzos. Como se dice: «El Señor ayuda a quienes se ayudan a sí mismos». ¡Recuerdo la determinación del gorrión y cómo atrajo la ayuda de Garuda! En otro sentido, nuestro esfuerzo está destinado a ser su propia recompensa e independientemente de si tenemos éxito o no externamente, ¡nuestro verdadero éxito es nuestra actitud devocional y nuestro deseo de complacer a nuestros gurús y a Krishna!
Artículo por Karnamrita Das, traducido desde www.dandavats.com
