Dentro de las prácticas para la elevación espiritual, el servicio devocional o bhakti-yoga es, sin duda alguna, la más sublime. Tal como su nombre lo indica, servicio devocional significa prestar un servicio activo a Dios con una actitud amorosa y desprovista de deseos egoístas. De acuerdo con todos los grandes ācāryas vaiṣṇavas, el servicio devocional es la ocupación o función eterna del alma, ya que es una actividad natural y se practica con alegría.
En “El Néctar de la Instrucción”, texto 3, Śrīla Prabhupāda explica en su significado:
“[…] Bhakti es un tipo de cultivo. Tan pronto como decimos “cultivo” estamos hablando de actividad. El cultivo de la espiritualidad no significa sentarse ociosamente a meditar, tal como enseñan algunos seudoyogīs. Puede que dicha meditación ociosa le sirva a los que no tienen información sobre el servicio devocional, y por ese motivo es recomendada a veces como un medio para detener actividades materialistas que distraen. Meditación significa parar con todas las actividades disparatadas, por lo menos durante algún tiempo. Sin embargo, el servicio devocional no únicamente acaba con todas las actividades mundanas y disparatadas, sino que también lo ocupa a uno en actividades devocionales significativas. […]”
¿Por qué se practica servicio devocional?
El Señor Kṛṣṇa nos dice en el Bhagavad-gita 18.65:
man-manā bhava mad-bhakto
mad-yājī māṁ namaskuru
mām evaiṣyasi satyaṁ te
pratijāne priyo ’si me
“Siempre piensa en Mí, conviértete en devoto Mío, adórame a Mí y ofréceme a Mí tu homenaje. De ese modo, vendrás a Mí sin falta. Yo te prometo eso, porque tú eres Mi muy querido amigo.”
Quizá a simple vista parezca que el devoto o devota se ocupa en servicio devocional porque Dios, Kṛṣṇa, requiere algo que nosotros le podemos proveer o porque está necesitado de algo, pero no es así. Kṛṣṇa es autosuficiente y no requiere nada de nadie. En realidad, el objetivo del servicio devocional es la purificación del corazón y la mente del practicante para que pueda reestablecerse en su posición original. Debemos comprender que en el estado condicionado o materialista, nuestro corazón y mente siempre están perturbados por elementos ajenos a la vida espiritual, y si queremos avanzar en esta senda de crecimiento y retornar al reino espiritual, tenemos que limpiarnos.
¿En qué consiste la práctica del servicio devocional?
El servicio devocional consta de nueve procesos, los cuales son:
- śravaṇaṁ: Escuchar el nombre y las glorias de la Suprema Personalidad de Dios.
- kīrtanaṁ: Cantar Sus glorias.
- viṣṇoḥ smaraṇaṁ: Recordar al Señor.
- pāda-sevanam: Servir a los pies del Señor.
- arcanaṁ: Adorar a la Deidad.
- vandanaṁ: Ofrecer reverencias al Señor.
- dāsyaṁ: Actuar como sirviente del Señor.
- sakhyam: Hacer amistad con el Señor.
- ātma-nivedanam: Entregarse completamente al Señor.
En el Śrīmad-Bhāgavatam 2.2.36 se dice:
tasmāt sarvātmanā rājan
hariḥ sarvatra sarvadā
śrotavyaḥ kīrtitavyaś ca
smartavyo bhagavān nṛṇām
“Por lo tanto, ¡oh, rey!, es esencial que todo ser humano oiga hablar del Señor Supremo, la Personalidad de Dios, y lo glorifique y lo recuerde, siempre y en todas partes.”
En su significado, Śrīla Prabhupāda nos explica:
“[…] El proceso del bhakti-yoga lo practican los devotos con diferentes métodos, tales como el oír, el cantar, el recordar, el servir los pies de loto del Señor, el adorar, el orar, el prestar servicio con amor, el hacerse amigo y ofrecer todo lo que uno posea. Todos los nueve métodos son procesos genuinos, y todos ellos, algunos de ellos, o incluso uno de ellos, pueden brindarle al devoto sincero el resultado deseado. Pero de todos los nueve diferentes métodos, el primero, es decir, oír, es la función más importante del proceso del bhakti-yoga. Sin oír suficiente y debidamente, nadie puede progresar para nada por medio de ninguno de los métodos de la práctica. Y tan solo para oír, existen todas las Escrituras védicas, recopiladas por personas autorizadas, tales como Vyāsadeva, quien es la poderosa encarnación de la Divinidad. Y puesto que se ha comprobado que el Señor es la Superalma de todo, entonces a Él se lo debe oír y glorificar siempre y en todas partes. Ese es el deber especial que tiene el ser humano. […]
Todos los grandes ācāryas, tales como Rāmānuja, Madhva, Caitanya, Sarasvatī Ṭhākura, o incluso, en otros países, Mahoma, Cristo y otros, han glorificado extensamente al Señor por medio del acto de cantar siempre y en todo lugar. Como el Señor es omnipresente, es esencial glorificarlo siempre y en todas partes. En el proceso de glorificar al Señor no debe haber restricción de tiempo y espacio. Eso se denomina sanātana-dharma o bhāgavata-dharma. Sanātana significa eterno, siempre y en todas partes. Bhāgavata significa «relativo a Bhagavān, el Señor». El Señor es el amo de todo tiempo y de todo espacio, y, por consiguiente, el santo nombre del Señor debe ser oído, glorificado y recordado en todas partes del mundo. Eso dará como resultado la deseada paz y prosperidad que tan ansiosamente espera la gente del mundo. […]”
Esta antiquísima práctica espiritual es totalmente activa y contiene muchas aristas que conllevan el desarrollo de diversas habilidades y también moldean la vida del devoto o devota de una manera saludable, de modo que vaya adquiriendo un gusto en la ejecución de su servicio devocional a Kṛṣṇa. Esperamos que cada día más almas adopten este hermoso método de acercamiento a Dios, Kṛṣṇa, y experimenten por sí mismos la dicha trascendental de asociarse con Él.
Escrito por René Formantel